Un atractivo proyecto de diseño y arquitectura ha conseguido rehabilitar un antiguo molino del Priorato catalán en una de las viviendas más exclusivas de la zona. Conservando la bodega y la condición de sus selectos vinos.
La cocina es una composición abierta situado junto al salón, es una composición en acero y madera con una enorme isla de doble altura que diferencia la zona de trabajo con la bancada, con una composición de taburetes fucsia a juego con el centro del salón.
El cuerpo central de la vivienda es un gran espacio abierto, que alberga la cocina y el comedor.
El salón es un espacio abierto de estilo minimalista,una composición fria en tonos grises que apenas tiene elementos decorativos,los únicos toques de color los proporcionan dos tabueretes de la cocina y las mesas del comedor, ambos en fucsia, queda patente la pasión de la propietaria por el estilo minimalista.Es de gran índole resaltar la importancia del diseño de la escalera vista que se desenvuelve en un área con una doble altura, por ello el orden, la buena distribución y la funcionalidad, son tres requisitos indispensables cuando se trata de proyectar una vivienda de estas características.Dentro de la casa se emplean los mismos materiales del exterior: piedra y madera.
La habitación principal se encuentra en la segunda planta. A los pies de la cama, hay una ventana para poder conectar visualmente el interior de la habitación con el exterior. El cuarto de baño se encuentra junto la habitación principal de la casa. Para iluminar esta dependencia, se abrió una ventana en el tejado y se colocaron dos cubos de acero para iluminar el área del espejo. El lavamanos está colocado sobre un mueble de madera y un tabique viste la ducha. Las paredes están revestidas en gris claro y el techo está pintado de blanco, se ha buscado dar mayor luminosidad a la estancia.