Viviendas I: Loft industrial

Después de unas décadas, este espacio deja de ser una imprenta para convertirse en uno de los lofts más atractivos de la Ciudad Condal, en el mismo centro de Barcelona.

Este loft con aire industrial, tiene una superficie de 8oo m2 que se reparten en dos plantas.Como se puede apreciar, el look industrial es parte del pasado como imprenta y no un simple recurso decorativo, por ello surgen una serie de ventajas que queremos resaltar: un espacio totalmente diáfano y amplio, techos altos, aparición de lucernarios y unos amplios ventanales.

Este loft tiene un marcado estilo industrial, es una vivienda abierta donde los muros y puertas no existen, los elementos decorativos y acabados son materiales de la misma contrucción, ladrillo, cristal, acero, madera, conductos, vigas, cemento, etc.. Un espacio donde la altura es más que considerable y está bañada por luz natural, remarcando la continuidad espacial visual conseguida mediante el pavimento ( en este caso cemento pulido) dónde el mobiliario tiene el mero hecho funcional, creando un atractivo aspecto industrial.



Este proyecto es un espacio vivo y desnudo, donde se puede apreciar algunos muros sin revestir, remarcando el estilo de los lofts americanos de los años 50 de las zonas de Tribeca, Soho o el barrio Oeste del mismo New York. En esta vivienda, los elementos constructivos y estructurales se convierten en un importante elemento decorativo, se han conservado los techos altos con las vigas vistas, contribuyendo a una marcada personalidad de la casa y creando un amplio y atractivo enfoque visual. Algunos de los muros, no se han revestido, dejando el ladrillo a la vista sin tratar sus imperfecciones, para poder transmitir mayor autenticidad de estilo industrial a la vivienda.La zona de estar es muy amplia y contiene muebles de origen diverso y muy personalizado, está estructurada por dos butacas de cuero y madera, dos sofás blancos con acabados en acero a juego con la mesa central. En esta marea de espacios abiertos, encontramos piezas como la chaise lounge de Le Corbusier, una Harley-Davidson, interesantes obras de arte, un juego decorativo que deja fluir la imaginación.

La cocina es un módulo blanco con una isla y dos taburetes, está apartada del salón para no robar protagonismo, está amueblado con una programa en blanco y acero, Los electrodomésticos están integrados en la cocina excepto la nevera, que va a juego con la campana, que es de gran dimensión y domina el espacio.

La zona destinada a la habitación principal y el baño, sigue marcando las caraterísticas del loft, aunque los materiales empleados no son de origen industrial, no hay paredes ni puertas, el baño-vestidor-dormitorio fluyen en el mismo espacio, por ello se mantienen los espacios abiertos creando una continuidad espacio-visual, donde el color predominante es el blanco que se apoya directamente sobre un revestimiento de madera, dando calidez y luz a la habitación.

En definitiva, una nueva propuesta creativa basada en los lofts industriales de los años 50, donde los espacios abiertos adquieren vital protagonismo y los materiales industriales fluyen con el mobiliario y acabados más actuales del mercado.